Laphroaig
Al igual que los hijos de Islay, Laphroaig puede resultar al principio un tanto esquivo; si no te rindes y te vas familiarizando con él, te garantizamos que se convertirá en un cálido y verdadero amigo para toda la vida. Degústalo solo o con un chorro de agua blanda. Deja que se deslice por la lengua. De este modo se liberará el acre aroma terroso del azulado humo de turba, los dulces matices a nueces de la cebada y el delicado perfume del brezo de los arroyos de Islay.
La galardonada familia de whiskies Laphroaig abarca desde el generoso y acre malta de 10 años al suave y singularmente raro destilado de 40 años. Sea cual sea la expresión de Laphroaig por la que te decantes, percibirás 200 años de esmero y dedicación destilados en tu botella.