Ànima negra
Ànima Negra nació de forma espontánea y con la intención de elaborar vinos para consumo propio. En aquel momento la casa no tenía viña propia y la variedad autóctona “callet” no era apreciada por los elaboradores.
Felanitx, fue antaño una importante zona vinícola, con el tiempo se fue descuidando la zona y sólo se mantuvieron unas pequeñas y dispersas parcelas.
En 1994 fue cuando Pere Obrador, enólogo y un buen conocedor del viñedo de su isla, y Miquel Àngel Cerdà, a cargo de la parte comercial. El primer año se elaboraron tan sólo dos barricas de vino, a partir de las cuales han ido creciendo. Los dos años siguientes fueron de aprendizaje respecto a la elaboración de la variedad, ya que normalmente con el callet se elaboran vinos jóvenes con poca estructura y este no era el camino que se deseaba seguir.
En 1997 se construyeron depósitos de fermentación y se restauraron las instalaciones, para reconvertir la masia en una pequeña bodega. A partir también de este año se empieza la búsqueda para la recuperación de las variedades autóctonas de las viejas viñas de callet básicamente pero también fogoneu y mantonegro que estén sobre el suelo apropiado.
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En la actualidad se tienen arrendadas o controladas la totalidad de estas viñas en la zona de Felanitx, donde está situada la bodega.
Actualmente el viñedo esta formado por unas 150 pequeñas parcelas situadas en un radio de 10 km. Desde la bodega con la excepción de 5 viñas en la zona oeste de la isla de Mallorca.
Hasta el año 2000, los vinos de la bodega eran un coupage de callet, un poco de fogoneu y mantonegro con cabernet sauvignon. A partir de este momento se elabora el AN y el Son Negre con variedades autóctonas, básicamente callet y el AN/2 que seguirá siendo una coupage. En el año 2002, se acaba la reconversión de la masia llegando a la capacidad suficiente para atender las viñas. Aunque es cierto que la producción que hacen es bastante reducida.
Esto ayuda a que este vino se convierta en un producto de culto, muy cotizado en las catas y los salones en los que está presente. Es remarcable la colaboración del pintor y amigo Miquel Barceló, que realiza una etiqueta exclusiva para cada cosecha del Son Negre, este vino sólo se embotella en las mejores cosechas.
La bodega AN Negra ha sido sin lugar a dudas uno de los mejores exponentes a la vez que impulsores de este renacimiento.
El respeto a las particularidades del suelo y el cultivo de las variedades autóctonas –manto negre, fogoneu, prensal y sobretodo callet– han formado una filosofía propia tanto en la forma de entender la viticultura como en el vino en sí mismo. Se trata de recuperar el significado original de “Denominación” tal y como fue concebido en la Francia de los años 20, en el sentido de elaborar unos vinos que revelen una personalidad propia. De la simbiosis irrepetible de un clima, una tierra y unas variedades autóctonas surgen unos vinos particulares, sinceros, alejados de las tendencias actuales de elaboraciones impersonales.
Es esta premisa, y la voluntad de ofrecer un producto de máxima calidad, lo que marca el día a día de ÀN Negra.