Poco podía imaginar el profesor de medicina holandés Franciscus Sylvius, más conocido como Franz De Le Boe, la trascendencia que tendría su búsqueda de un remedio diurético cuando en 1650 destiló bayas de enebro con alcohol.
El objetivo de encontrar un medicamento económico que recogiera las bondades del aceite de la baya se denominó en latín tardío aqua juniperi. Pero con el tiempo acabó transformándose en una de las bebidas alcohólicas más populares y la base de multitud de combinados y cócteles, entre los que ocupa un destacado puesto el gintonic.
El destilado del profesor de la Universidad de Leiden, que en su momento bautizó con el nombre de “Jenever”, fue usado como remedio diurético durante unos años pero fueron las guerras anglo-neerlandesas las que lo catapultarían como brebaje revitalizador. Los soldados británicos que combatían contra los españoles en los Países Bajos descubrieron que esa bebida elaborada a partir de la Juniperus communis (enebro) les aportaba el coraje necesario para la batalla y el calor imprescindible para combatir el intenso frío de aquellas húmedas tierras.
De hecho adjudicaron a la bebida el apodo de “Dutch Courage” y su popularidad entre la tropa facilitó su introducción en las islas británicas, territorio en el que su popularidad arrasó. Las destilerías se multiplicaron y también los desórdenes públicos, obligando a una regulación de su producción y consumo. El “Gin”, como palabra, se recoge por escrito por primera vez en 1714 en un libro de Bernard Mandeville. El autor explica que esa era la abreviación que usaban los británicos cuando iban demasiado ebrios como para pronunciar el nombre original de la bebida, “Jenever”.
Bayas de enebro
Mientras que en los Países Bajos la primera ginebra embotellada y comercializada corrió a cargo de Lucas Bols, destilería que inició su andadura en 1575, en las islas británicas fue el farmacéutico James Burrough el que en 1862 aplicó los conocimientos científicos adquiridos en los Estados Unidos para enriquecer la fórmula. La innovación dió lugar al estilo London Dry Gin, que añade al enebro el cilantro, la piel de naranja (de Sevilla), ralladura de limón y semillas de angélica.
Alambique de cobre para la destilación de la ginebra
Hoy por hoy se reconocen oficialmente cuatro tipos de ginebras: las bebidas espirituosas aromatizadas con enebro, común o rojo, y hechas con destilado de cereales o alcohol de origen agrícola; el gin, elaborado obligatoriamente con alcohol de origen agrícola y bayas de enebro común; el gin destilado, en el que el alcohol debe ser aromatizado antes de la destilación; y, finalmente, el mencionado London Gin, sin aditivos, colorantes ni edulcorantes, del que se obtiene una destilación de unos 70 grados de alcohol que posteriormente es reducido con agua.
Destilería Sipsmith
En la actualidad los procesos de destilación se han refinado hasta límites insospechados y el amante del gin puede encontrar una amplia gama de propuestas que incorporan una innumerable variedad de ingredientes naturales con los que se destilan auténticas delicias.
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