El método champenoise es el procedimiento para hacer un vino espumoso en la región de Champaña-Ardenas.
Existen distintos métodos para la creación de estos vinos, pero este es el tradicional y a la vez el que asegura una mejor calidad de los vinos. Mejora la calidad de las burbujas y la complejidad del vino, asegurando que la cata de los mismos será un éxito.
¿En qué consiste el “método champenoise”?
La respuesta a esta pregunta tan repetida en el mundo del vino es que el método champenoise es un sistema de elaboración de vino espumoso inventado por los romanos que lo llamaban vinum titillum y su nombre actual proviene de la región francesa de Champagne.
Sin embargo, quien perfeccionó este método fue Nicole Barbe Ponsardin, viuda de Philippe Clicquot, la cual tomó las riendas de Veuvé Clicquot tras la muerte de su marido y pasó a ser conocida como la “gran dama del champán”.
Lo que Nicole inventó fue que las botellas adquirieran una posición concreta en su segunda fermentación alcohólica (y dentro de la misma botella) para que no hubiera poso. Las botellas las dejaba reposar durante semanas inclinadas hacia abajo y las giraba un octavo de vuelta cada día, así las mismas acumulaban el sedimento en el gollete (cuello) y luego este sedimento se extraía al cambiar el corcho por un nuevo tapón gracias a la propia presión que ejercían las botellas hacia fuera.
Bodega Veuve Clicquot
Segunda fermentación en botella
El método champenoise es un sistema donde el vino realiza una segunda fermentación en botella. Antes de empezar, se le añade una mezcla de azúcar y levaduras, el cual se llama licor de tiraje.
Al realizar esa segunda fermentación, el CO2 que producen las levaduras no se pierde en el ambiente y se integra con el líquido creando esa sensación cremosa que tienen los vinos que se elaboran por el método champenoise.
Este método es obligatorio en Denominaciones de Origen como Cava y Champagne.
El método paso a paso
El proceso que se sigue al realizar el método Champenoise es el siguiente:
– Fermentación tradicional del vino base. Puede ser mezcla de uvas blancas (Blanc de Blanc) o mezcla de uvas blancas y tintas (Blanc de Noir)
– Embotellado del vino fermentado.
– Añadimos licor de tiraje.
– Cierre de botellas con una chapa para que el recipiente aguante la presión que aumenta por motivo de la segunda fermentación.
– Colocación de las botellas en las cavas de la bodega, sobre rimas.
– Movimiento de las botellas circularmente y verticalmente para evitar que el residuo de la levadura se pegue al cristal y que todo el sedimento se vaya al cuello de la botella.